Emilio López
El caos y la variedad se centra en Marsella, ciudadanos de
diferentes culturan conviven en armonía, Marsella tiene las 2 caras de la
moneda como parte buena el mestizaje y la mezcla de culturas, miles de
ciudadanos de diferentes etnias y culturas conviven y hacen propia la ciudad
por el contrario entorno a ¼ de los marselleses viven al límite de la pobreza,
una sociedad sin apenas educación, con altos índices de criminalidad en sus
calles.
La comunicación entre ciudadanos hace que Marsella sea una
ciudad única, miles de ciudadanos quedan en la ciudad para charlar, realizar
algún tipo de actividad o incluso conocer nuevas amistades, porque no.
El ser humano lleva demasiado tiempo comunicándose no
verbalmente, recientes estudios demuestran que casi el 50% son señales o
gestos, estos nos muestran el estado de ánimo y las actitudes de la personales
del individuo. Mostrar lo que siempre se oculta, establecer una conexión
especial para poder comunicarte con la otra persona sin ataduras, los secretos
quedan guardados bajo una coraza en tensión que en un momento de inseguridad se
cierre y no permita abrirla. Inmortalizar ese momento y depositarlo para el
recuerdo.
¿Porqué no capturar las vivencias de los marselleses?
Crear una microarquitectura capar de capturar y embalsamar,
ese recorrido que realizamos con otras personas y no debe perderse. La idea de
diafragma como restricción al paso de la luz me aportó que la tensión que proporciona
hace que los vínculos entre ciudadanos queden guardados, esos vínculos deben
materializarse, mediante fotos crearé una historia anónima de Marsella.
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