El proyecto avanza. El plan del nuevo eco-barrio Euromediterraneé deja apartado a los dos barrios en los que se emplaza nuestro proyecto, se lo come, dejando así estos barrios pobres en un segundo o incluso tercer plano en la ciudad.
A través de estrategias de guerra, el proyecto rehabilita y dinamiza determinadas plazas en estos barrios, creando expectación por medio del skate (tribu urbana que precisa de la visión de numerosos trucos de otros componentes de la tribu para enriquecer su crecimiento) que a su vez llama la atención a los enemigos hasta ahora poderosos para usarlas como elementos de conexión y dinamizar la vida de estos barrios.
Durante el proyecto se trabaja en paralelo con sociólogos urbanos, militares expertos en estrategias de ataque y defensa, atropólogos, asociaciones de proyectos de integración urbana y desarrollo del dinamismo del espacio público en los barrios más marginales, en paralelo en Marsella y ciudades más cercanas como Alicante o Elche.
Una de los primeros pasos en paralelo es el estudio y clasificación de las pendientes de todas las calles del barrio, con el fin de seleccionar los puntos públicos correctos para el desarrollo de las conexiones a través de estos barrios con los proyectos previamente nombrados como son la Friche y Euromediterraneé. Se establecen tres niveles de pendientes.
Primer acercamiento al desarrollo del proyecto en una de las plazas que encontramos justo al otro lado de la frontera de Euromediterraneé.
A continuación, se analiza teniendo en cuenta la visión del peatón y la del skater, la manera y los tiempos en los que estos se apropian de esta plaza.
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