EcoLiving es una actuación en dos niveles en la ciudad de Marsella. A nivel más global, a nivel ciudad, crearía una nueva forma de habitar. Un nuevo modelo de ciudad. Una ciudad autosostenible.
A nivel ciudadano, modifica la forma de vivir y aumenta la calidad de vida. Las relaciones que se dan entre los ciudadanos en Marsella 2.0 son mucho más cercanas y de convivencia. Además se insertarán a los trabajadores del extrarradio que así lo deseen en el centro de la ciudad del cual fueron expulsados.
En los mercados y las principales plazas de la ciudad, se instalan unos "harvest points", los cuales en una primera fase de concienciación acercan la cultura ecológica a las familias marsellesas, tanto a los mas mayores como a los niños más pequeños.
Estos puntos se entrelazan por calles peatonales, que se extienden por las grandes avenidas de la ciudad, donde anteriormente eran prácticamente de uso exclusivo rodado.
Estos senderos peatonales se extienden en forma de tentáculos y atan a la ciudad con la naturaleza del entorno, vinculándola al centro de la ciudad.
Estos senderos peatonales potencian los desplazamientos andando, por lo que se reducen la contaminación ambiental y acústica de la ciudad.
Hay un incremento muy notable de la salubridad del mercado, ya que detrás de cada uno de los puestos, se instalan unos puntos de reciclaje de la materia orgánica que se utilizan posteriormente para la elaboración de compost.
El ambiente es mucho más agradable y acogedor.
En los puestos de los mercados, ha habido una pequeña variación, ya que EcoLiving impulsa la venta de packs, junto con las frutas y verduras que no se pueden cosechar en la ciudad. Estos packs son elaborados a su vez con los residuos generados por el propio mercado.
En los edificios se potencian las relaciones vecinales por los corredores verdes que se crean en las fachadas, las cuales antes de la actuación tan solo eran fríos balcones corridos.
Las instalaciones de los balcones se abaten para recolectar lo que se cultiva, y al mismo tiempo se pueden convertir en una mesa verde en tu propia casa, que integra a los usuarios con la naturaleza.
En el interior de las viviendas se respira un aire más limpio y con un aroma vegetal gracias al filtro verde que se instala en los balcones, y esto sirve para alejar a los usuarios de la rutina, evadiéndolos de la contaminación de la ciudad y proporcionándoles una mayor calidad de vida.
Los más de 500 bajos comerciales vacíos que hay en la ciudad, vuelven a la vida ya que EcoLiving necesita estos espacios para la elaboración tanto de las estructuras, como del sustrato y los packs que se venden en los mercados y en los mismos locales destinados para ello.
Estos locales comerciales en doble altura, también se utilizan para albergar asociaciones de ciudadanos con una nueva mentalidad. El cambio social producido por el proyecto afectará a la forma de vivir de las nuevas generaciones, haciendo desaparecer el valor de conceptos como propiedad, la individualidad, etc.
El espacio interior es totalmente flexible y adaptable al uso que se le va a dar en cualquier momento.
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