Tras haber completado las primeras etapas de nuestro
propósito , detectar un problema real en una escena completamente desconocida y
analizarlo y conocerlo con ayuda de expertos, nos disponemos a crear una
solución que mejore la atmósfera de la
Savine y la calidad de vida de sus habitantes.
La propuesta consiste en una serie de corredores que unen el
barrio residencial en continuo conflicto con las zonas que lo rodean, pero
estos no son simples pasos que juntan
las distintas áreas residenciales, sino pasarelas en altura que cruzan las
preciadas zonas verdes permitiéndonos disfrutar de las vistas que posee la
Savine. Estas pasarelas darán lugar a nuevas zonas de comercio que, como apunta
Jane Jacobs, son indispensables si queremos que las calles sean seguras (si sus
calles son seguras, la ciudad será segura).
En la planta vemos como la disposición de los corredores son
los idóneos para que las zonas verdes no queden dañadas por su construcción.
Para la realizar el corredor se ha tenido en cuenta las alturas idóneas que ya habíamos estudiado, las vistas que se querían potenciar, y la comodidad del viandante respecto de la pendiente que tiene que tener el recorrido.
La pendiente de la rampa viene condicionada por la longitud del tramo de corredor que estamos proyectando. La pendiente máxima de la rampa será:
· 12% (5,4º) cuando la longitud sea menor de 3 metros
· 10% (4,5º) cuando la longitud de la rampa esté entre 3 y 10 metros
· 8% (3,6º) cuando la longitud sea mayor de 10 metros
Ambientes que se quieren conseguir:
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